Este es un diy de costura muy sencillo para darle a cualquier chaqueta ese aire "chanel" tan característico de todas las prendas de la marca parisina. ¿Os animáis a hacerlo?
Hola, Finuc@s!
Aquí está de nuevo la "desaparecida"... Después de una sequía bloguera de varios meses, vuelvo de nuevo a sentarme delante del portátil para escribir un post, y podéis creerme si os digo que me ha costado tela marinera, porque tanto tiempo de desconexión me tiene completamente desentrenada!
Por redes sociales avisé de que estaría desconectada un tiempo para recibir encargos o pedidos porque tengo que solucionar temas personales (y en ese aspecto todavía no estoy operativa, todo llegará), pero no creí que me costara tanto trabajo continuar con el ritmo del blog. El parón en seco me dejó un vacío creativo que me está costando un poquillo superar: me cuesta elegir los temas, las fotos y hasta las palabras para soltaros esos rollos interminables a los que os tengo acostumbrad@s.
Supongo que pensaréis que estoy un poco loca si os digo que me he sentado a hablar conmigo misma, me he "auto-regañado" y me he dicho "Finuca, ya va siendo hora de que vayas cogiendo de nuevo las riendas del blog, te vayas metiendo en faena y verás como la inspiración y las ganas van volviendo por sí solas". Y aquí estoy, dando el primer paso, aunque me cuesta, tengo que confesarlo, qué vaga me he vuelto...
Para ir cogiendo poco a poco el ritmo otra vez he pensado en compartiros un diy de costura muy sencillito que pongo en práctica algunas veces y que da un resultado fantástico, sobre todo si sois súper fans del estilo Chanel, como me pasa a mí. Y si, como me ocurre a mí también, cualquiera de las prendas originales de la marca parisina son inalcanzables para vuestro presupuesto, hay un truco muy sencillo que puede darle ese aire chanel a cualquier chaqueta básica que tengáis en el armario.
Vamos a confeccionar metros y metros de pasamanería deshilachada para aplicarla en el borde de solapas, mangas y bolsillos, de la misma tela y color que la chaqueta a la que se la queráis poner (como es el caso de la que os enseño en estas fotos) o a contraste, que también queda genial y es muy característico del estilo chanel original.
Lo primero que hago para confeccionar esta pasamanería es cortar tiras de unos 2cm de ancho de tela al bies, que es como luego deshilacha mejor. Algunas telas también admiten hacerlo cortándolas al hilo (para quien no lo sepa, cortar al bies es en diagonal a la trama del tejido, y al hilo en el mismo sentido, horizontal o vertical). Si queremos una cantidad de metros más o menos justa, podemos medir el contorno de la chaqueta, los bolsillos y las mangas para saber cuánto vamos a necesitar. Si no, podemos hacer más cantidad y reservarla para decorar otras prendas, como bolsos, por ejemplo.
El siguiente paso es encarar las tiras derecho con derecho, para que, al unirlas por los extremos, las costuras de unión queden siempre hacia dentro y no se vean (aunque con el deshilachado queda todo muy disimulado, ni se ve por dónde van las uniones). En el caso de esta chaqueta, la tela es de un tweed con la trama (o tejido) muy gruesa y del mismo color por ambos lados, así que no se distingue mucho el derecho del revés, pero hay muchas telas en las que sí hay gran diferencia, y hay que tenerlo en cuenta a la hora de coserlas (que estén todas del mismo lado), eso sí, con un pequeño pespunte, el final de una con el principio de otra, y así hasta conseguir la longitud deseada.
Cuando ya están todas unidas y tengo el largo que necesito, le coso en el centro una cinta estrecha con un pespunte en zig-zag, siempre por el lado del revés, porque la función de esta cinta es mantener la consistencia de la pasamanería y que no se rompa cuando vayamos a deshilacharla, y tiene que quedar oculta. Si veo que con un pespunte no queda muy firme, le paso otro y me aseguro de que quede bien sujeto el tejido. Hay que tener en cuenta que las tiras son tan estrechas que el tejido se deshace con mucha facilidad, y nos quedamos sin adorno en un plis plas!
Ahora viene la parte divertida, y es que toca ir pellizcando los extremos de la cinta para que los hilos queden sueltos y despeinados. Yo utilizo estas pinzas de depilar que son indispensables para mí en el costurero, las utilizo para todo menos para lo que fueron diseñadas: me sirven para quitar los hilvanes que piso con los pespuntes de la máquina (y que a veces cuestan mogollón de sacar), para deshilachar los bordes de las telas cuando quiero darles aspecto de flecos...
Este es el resultado final: una cinta de pasamanería deshilachada que podemos aplicar con una puntada a mano en una chaqueta de la misma tela, como es ésta, o se me ocurre que en una cazadora o unos pantalones vaqueros quedaría muy chula también, para darle ese toque boho que nunca pasa de moda. O en un bolso, una mochila, un capazo...combinando colores y texturas las posibilidades son infinitas!
Como ya os he dicho, la aplicación es muy fácil: se trata de ir cosiéndola a mano, con un hilo del mismo color, dando pequeñas puntadas escondidas por el borde la chaqueta, de los bolsillos y de las mangas, y la prenda cambia completamente de look.
A esta chaqueta le tengo un cariño especial no sólo por lo bonita que es, sino porque es una de las muchas prendas que me ha cosido mi madre a lo largo de su vida de modista (para mí, la mejor del mundo) y que conservo como pequeños tesoros por lo bien acabadas que están y porque son a medida, que eso es una suerte también!
Si ya conocíais este truco, no os habré descubierto nada nuevo, pero sino, habréis visto lo sencillo que es customizar una prenda con adornos que fácilmente podemos hacer en casa y que le darán otro aire a nuestras prendas favoritas. Ahora se trata de echarle imaginación y creatividad, y os váis a alegrar un montón del resultado, ya veréis.
Y aunque algun@s pensaréis (y con razón) que soy como el Guadiana, que aparezco y desaparezco, hoy me despido desde Sevilla, más contenta que unas castañuelas por estrenar mi chaqueta estilo Chanel y por volver a reencontrarme con vosotr@s. A ver si gano en formalidad y vuelvo a publicar con más frecuencia, que ya me vale. No, si ya me lo digo yo todo, no hace falta...
Millones de besos para tod@s y millones de gracias por estar ahí. Se os quiere mucho!
