¿No os ha pasado, a veces, que estáis pensando en alguien y ese alguien os llama o aparece de pronto? ¿O que os viene un pensamiento de repente y algo sucede que tiene que ver con ello? Pues algo parecido me ha pasado con el bolso que os enseño hoy.
Puede ser que penséis "ésta se está tirando el rollo", pero os aseguro que ha pasado así. Cuando empecé a pensar en cómo quería decorar este bolso-capazo de color azul marino, enseguida se me ocurrió ponerle la cara de una de mis flamencas pero transformada en algo así como una pin-up de los años 40-50, con un sombrerito marinero, y la imagen que se me venía a la mente todo el tiempo era la foto de "El beso de Times Square". No sé por qué, pero me la imaginaba como alguna de aquellas novias que esperaban a sus soldados en el puerto de Nueva York al final de la Segunda Guerra Mundial.
No sé si conocéis la famosa foto, supongo que sí, pero por si acaso, ésta es una de ellas, la titulada "Kissing the war goodbye" (Besando el adiós de la guerra), realizada por Victor Jorgensen, fotógrafo que trabajaba para la Armada estadounidense. Esta foto fue realizada el 14 de agosto de 1945 en Nueva York (15 de agosto en Japón) cuando los japoneses anunciaron su rendición incondicional y los norteamericanos salieron a las calles a celebrar el fin de la guerra:
Foto: Victor Jorgensen |
Y aunque parezca rebuscado, ha sido en estos días, cuando falta menos de un mes para que se cumpla el aniversario de esta foto, cuando empecé a pensar en ella, sin saber por qué, y me vino la idea de este bolso...
Al principio pensé en un bolso de inspiración marinera sin más, luego me vino la idea del sombrero que llevan los soldados de la Marina norteamericana y las películas de los años 50, y de pronto me apareció la foto como un flash! Así fue como pensé en decorar este bolso-capazo de palma teñida de azul marino, con una chica ataviada con un sombrero típico de la marina sobre un fondo de rayas blancas y rojas, todo muy marinero y muy estadounidense a la vez!
Una vez más encontré en la colección de verano de Primark este capazo que viene ya forrado, en esta ocasión con un popelín de algodón de rayas azul marino y blanco que más apropiado no podía ser.
Volviendo a la historia, cuentan los cronistas de la época que ese día, hace 69 años, fueron muchos los soldados que salieron a las calles, como ésta de Nueva York, en Times Square, a expresar su alegría y alguno, como el de la foto, a besar a cuantas chicas desconocidas se cruzaban en su camino. La curiosidad de esa foto es que nunca se ha sabido con seguridad los nombres de los protagonistas, un soldado y una enfermera que no se conocían ni se habían visto nunca antes ni nunca después, aunque han sido muchos los que han querido atribuirse el mérito de aparecer en ella.
Yo sí he decidido ponerle nombre a la protagonista de este bolso: se llama Rosemary. No me preguntéis por qué, pero yo le veo cara de Rosemary, y me la imagino esperando el beso de su novio que acaba de llegar al puerto de Nueva York y le ha puesto su sombrero sobre la cabeza con gesto de cariño. Yo me la imagino así.
Si ese beso hubiese sido más reciente en la historia, seguramente se hubiera fotografiado con una polaroid, y ahí estaría Rosemary esperando a que la besara su novio... Otra curiosidad: he usado esta foto de Jorgensen, publicada en su día en el New York Times y no la del alemán Alfred Eisenstaedt, más famosa y que fue publicada en la revista Life, porque sobre ésta no existen derechos de autor, al haber sido realizada por un empleado del gobierno norteamericano, y es de dominio público. Qué cosas, ¿no?
Ya me contaréis si os ha gustado la historia y el bolso que me ha inspirado. Para ello sólo tenéis que escribirme un comentario y me explicáis que os parecido, que a mí me encantará saberlo! Me despido de tod@s vosotr@s hasta el próximo post, o hasta la próxima coincidencia!! Jajaja.
Os mando besos a mogollón y muchas, muchas gracias por seguirme y estar ahí, chao!