Pero...digo yo que antes de irnos de boda tendríamos que celebrar la despedida de soltera, ¿no? Pues no se hable más, eso es lo que vamos a hacer, y en este post voy a comenzar una serie en la que os contaré los detalles de algunos encargos que esta primavera, aparte de emocionar a la novia y a sus amigas, me emocionaron mucho a mí también.
Y es que pocas veces pasa que la relación entre las clientas y yo llegue a ese punto de cariño en el que te ilusionas y te emocionas como si formaras parte del mismo grupo de amigas, pero cuando ocurre, te queda un recuerdo precioso de aquél encargo que comenzó un ocho de febrero con el mensaje de Rocío (Chio para las amigas, ahora para mí también...). Chio me escribió desde Cangas de Narcea, en Asturias, para pedirme información sobre las camisetas flamencas porque sus amigas y ella estaban preparando una despedida de soltera para Arantxa (en adelante Aran, como en los contratos), que, precisamente, va a "firmar un contrato matrimonial" el próximo seis de agosto.
Chio fue mi interlocutora y la portavoz del grupo. Siempre tiene que haber alguien que se encargue de pasar la información al resto de las chicas y de confirmarme a mi todo el tema de las tallas, los modelos, colores y demás, y desde el primer momento ya supe que nos íbamos a entender a la perfección porque todo eran facilidades. Os puedo asegurar que para mí es un alivio cuando las cosas van como la seda y sin presiones de fechas de entrega, porque trabajo más a gusto y más concentrada, algo imprescindible en la costura.
Cuando las tuve acabadas y las envié les pedí a las chicas que me mandasen fotos de la fiesta para escribir este post, claro, y para poder presumir de clientas flamencas, que es algo que me encanta y por eso las pido siempre, y las amigas de Aran cumplieron con creces compartiendo conmigo las fotos que os enseño, con un mensaje el que me decían que mi trabajo había emocionado muchísimo a la novia y que a todas les había encantado. Ni qué decir tiene que me puse más ancha que larga, que una, ante todo, es artista y el aplauso del público me puede, es que me puede...
También me comentaron que fue una pasada verlas a todas juntas vestidas con las camisetas flamencas. Vero, Sonia, Leti, Chio, Emma, Vero la cuñada de Aran y María le dieron una sorpresa monumental a la novia (que es muy aficionada al flamenco) y dicen que rompió a llorar, pero de felicidad y de emoción, que es cuando una llora más agusto... Entre todas hicieron de esta fiesta celebrada en el restaurante "La Cueva" de Cangas de Onís (de paso meto un poquito de publicidad...) una experiencia inolvidable y yo, qué queréis que os diga, me siento un poquito partícipe de ella, por eso me emocioné tanto cuando me enviaron estas fotos para agradecerme el amor que había puesto en mi trabajo y haberles regalado estos momentos tan emotivos en la despedida de soltera de Aran. De verdad lo digo, el mérito no es mío, sino hay una buena conexión entre cliente y artesana, la cosa no funciona, y si esta vez funcionó es porque todas son maravillosas, ¿no os parece?
Me tuve hasta que reír cuando me comentaron que me enviaban también esta foto del puente, aunque no se vieran mucho las camisetas, porque se trata de un referente asturiano, y aunque el frío no invitaba a ir en manga corta, ahí están ellas mostrando felices y contentas mis flamencas con todo el arte del mundo, en esa fusión entre Asturias y Andalucía. Ah, y para arte el detalle de las mallas de lunares, que, no sé si os habéis fijado, pero buscaron el complemento perfecto para crear un look la mar de flamenco conjuntado con la camiseta. Si a eso le añadimos la pulsera de lunares con la peineta que suelo poner en este tipo de encargos para que guarden un recuerdo más de la fiesta (y que se ve que les hizo mogollón de ilusión también), pues se puede decir que "¡no les faltó ni un perejil!". Yo es que muero de amor con ellas, no puedo decir más...
Para despedir el post me voy a quedar con las palabras de Aran, que me escribió emocionada después de ese día, y que para mí fueron el mejor regalo: "No pude ser más feliz, fue un momento mágico que no olvidaré nunca. Fue una despedida inolvidable y tus camisetas son parte de esos recuerdos que me van a acompañar el resto de mi vida. Y gracias a mis amigas, que son únicas." Yo le dí las gracias a ella por ser tan flamenca y me contestó: "No te imaginas cuánto. Me encanta".
Y ése fue uno de esos momentos en los que una se sienta a pensar y se da cuenta de por qué merece la pena dedicarse a esto y pasar momentos de nervios, de subidón o de bajonas, dedicarle el tiempo que haga falta cueste lo que cueste, y ponerle el alma, con defectos y con aciertos, pero con todo el corazón, porque hay clientas que aprecian tu trabajo y son puro amor... Aran, te deseo todo lo mejor en tu nueva vida de casada, que sé que lo tendrás, igual que sé que tienes las mejores amigas del mundo mundial. Aunque eso ya lo sabías tú también. Un beso enorme.
Y otro beso grande para todos los que estáis detrás de la pantalla leyendo este post. Gracias por estar ahí.