Ya estamos otra vez a mitad de semana y casi, casi a final de mes, y no un mes cualquiera, sino el mes de mayo, tradicionalmente conocido, además de por ser el de las flores, por ser el "mes de las comuniones". Quién más y quién menos tiene alguna todos los años, y se rompe la cabeza intentando buscar el regalo perfecto para unos niños que, hoy en día, tienen casi de todo... ¿Y cómo acertar? Pues echándole mucha imaginación al asunto e, incluso, mucha picardía. Os explico.
El inicio de este blog estuvo unido al nacimiento de una preciosa bebé, Vera, ¿os acordáis? Entonces os expliqué que su mamá, Carmen (a la que me unen lazos familiares: somos primas hermanas), es muy flamenca, además de muy rociera y muy apasionada de la Feria de Málaga, ciudad en la que reside desde hace años, aunque también es barcelonesa, como yo. A todo esto le añadimos que ha descubierto una enorme vocación por la costura y que de sus manos salen unos trajes de flamenca espectaculares y ahora todo un ajuar para su bebita, a la que no le falta ni un perejil.
Carmen tiró de imaginación y pensó (acertadamente) que a nadie se le ocurriría confeccionarle una falda de flamenca a Indara, la protagonista de este post, para lucirla en la Feria de Málaga de este año, y rápidamente se puso manos a la obra...
"¿Con qué complemento la falda? Pues con una camiseta de las que hace Fina..." Descolgó el teléfono y me contó la idea que se le había ocurrido y cómo la podíamos adaptar a la falda que había diseñado para Indara...y...aquí está!
Este es el modelo de camiseta, de corte nadadora, fresquita para el verano de la Costa del Sol, que combina la tela y colores de una falda flamenca de volantes desenfadada y muy juvenil. Y como Carmen está en todo, también pensó en los complementos y encargó a una artesana malagueña una flor a conjunto.
Unos pendientes y unas peinas de flamenca, una caja decorada con los mismos colores, y...tachán!!! ¡¡¡Superregalazo!!! Me imagino la cara de la chiquilla cuando abriera el paquete... Cuentan que estaba tan sorprendida que no se lo creía. Y ahora se explica lo de "tener un poco de picardía", porque Carmen supo encontrar "ese punto débil" que todos tenemos y guardar el secreto, para luego poder disfrutar con la reacción de Indara tanto como la propia chiquilla.
Pues con esto creo que os aporto una buena solución para ese regalo que os gustaría que fuese especial pero que no sabéis dónde encontrar: una parte está en vuestra imaginación y el resto en el taller de Cá la Fina. Seguro que junt@s encontraremos una idea especial para cada persona.
Voy a mandar un montón de besos, algunos para Carmen, por confiar en mí y colaborar en este post con unas fotos tan chulas, otros para su pequeña Vera que es quien ahora la llena de inspiración, también para Indara que disfrutó muchísimo el día de su primera comunión, y a la que espero que le hagan muchas fotos con su conjunto flamenco este verano para verlas aquí y, cómo no, a l@s que seguís acompañándome en esta aventura y creyendo en mí. Mil gracias por estar ahí,