Decidme una cosa: ¿a qué niña no le gustan los complementos bonitos? Ya os lo digo yo: a casi ninguna, porque son las más coquetas desde que empiezan a ir a la guardería y eligen la mochila más cuqui y colorida.
Hola, Finuc@s!
Otra vez estoy por aquí con el tema más popular de este año en Cá la Fina: las mochilas de guardería. Ya os conté en el post anterior que, con tantas mochilas y tantos modelos, lo único que se me ocurría era dividirlos por colores y por género para poder poner algo de orden y enseñaros, primero, una selección de las mochilas que más han escogido los niños y, ahora, de las que más han gustado a las niñas. Y pensé en hacerlo así porque sino esto iba a ser un batiburrillo de padre y muy señor mío.
Así que hoy les toca a las princesas de la casa, y si hay algo que les guste a las princesas es el color rosa. Vale, a todas, todas no, pero no me negaréis que es el primero en el que pensáis. Pues, efectivamente, el color rosa es uno de los que más eligen las niñas cuando les preguntas por su mochila para la guarde, esa mochila personalizada con su nombre que va a ser la envidia de toda la clase. Y como es un color que se combina fácilmente con muchos tipos de estampado y muchos dibujitos de adorno, pues podría estar cosiendo modelos distintos hasta el infinito...y más allá.
Este año hubo una mamá que me planteó la idea de hacer un modelo de mochila como de "más mayor", tipo maletín y con bandolera, porque su niña, Alexia, empezaba la primaria y necesitaba una bolsa en la que pudiera llevar carpetas y algún libro, y que se pudiera colgar fácilmente del pupitre. La maestra de su clase, que de esto las maestras son las que más saben, les hizo un croquis con el modelo aproximado y las medidas más apropiadas, y la verdad es que me facilitó mucho la tarea a la hora de confeccionar esta mochila que, cómo no, también ha sido rosa, rosa...
Si os acordáis, ya os conté que el color turquesa era un color "unisex", un color que se prestaba mucho para las mochilas de los nenes, pero que también gustaba mucho a las niñas. Como resulta que hace muy buena combinación con telas estampadas de flores, de rayas, de lo que queráis, sigue siendo uno de los que más me piden. Y os vuelvo a repetir, aunque no es de mis favoritos, tengo que reconocer que queda muy bien, alegre y discreto a la vez. Lo tiene todo.
Otra de esas locuras "curiosas" que tienen mis clientas es la afición por los búhos, unas porque dicen que dan suerte, y otras porque los ven muy simpáticos, con sus ojazos grandes mirándote con ternura. Así que procuro tener siempre telas estampadas con búhos, y cuando se terminan las busco otra vez porque sé que me las van a volver a pedir. Y otra cosa curiosa: casi siempre combinadas con la loneta de color fucsia, que ésta sí que es una de mis preferidas, me encanta cómo queda este color. Estas mochilas son como un gran helado de fresa al que le pones virutas de colores. Vale, vale, ya se me empieza a ir un poco la pinza, lo sé.
Cometas, caracoles, tortugas, flores, unicornios y hasta un arcoiris y un sol, poco a poco estoy ampliando el catálogo de dibujos para adornas estas mochilas de guardería tan vistosas. Unas veces son dibujos que escojo yo y otras son las mamás y los papás los que me piden algún dibujo en especial, que es el favorito de su peque o que les gusta mucho. Yo procuro complacer estas peticiones especiales, siempre que no se trate de dibujos demasiado complicados (lo aviso siempre porque yo tengo mis limitaciones también, y milagros todavía no he aprendido a hacer...) pero suelen pedirme cosas bastante sencillitas, se portan bien y no me hacen "sufrir" mucho.
También tenemos el color beige, que es uno de los más fáciles de combinar, porque al ser casi blanco, admite todos los estampados y al resto de colores, no hay más que ver cómo destacan las letras sobre una loneta tan clarita. Eso es lo positivo, lo negativo: que es más "guarrete", porque se ensucia enseguida. Pero también tiene fácil solución, o mantenimiento en este caso, porque la loneta de algodón es un tejido que lava y seca rápidamente, así que no es problema para poder lucir una mochila de un color tan suave como el beige.
He aquí la pregunta del millón: ¿un lila tirando a lavanda o un rosa palo casi blanco? Pues, si queréis mi opinión, me pasa un poco como con el turquesa y el beige, y ahora os explico por qué. Cuando extiendo la loneta lila para cortar las mochilas, la verdad es que no me da la sensación de que vaya a ser una mochila alegre, como me pasa con el turquesa, incluso me parece un poco triste, un poco seria para una mochila infantil. Pero oye, que luego le pongo una tela estampada en tonos rojos o verde pistacho y cambia como de la noche a la mañana. Incluso una mamá sevillana me pidió que la mochila de su Vera fuese enteramente de color lila, salvo las asas (con la famosa tela de búhos) y quedó muy chula también. Por eso presumo siempre de formar un buen equipo con mis clientas, porque lo que no se me ocurre a mí me lo proponen ellas, y el resultado, como véis, es siempre genial.
Y el rosa palo (o rosa bebé) tiene el mismo problemilla que el beige, y es que es más delicado que qué... es un mírame y no me toques, y las mochilas de guardería son de mucho tocar, eso no se puede evitar! A cambio, la mochila en rosa palo es una de las más tiernas y dulces que coso, queda finísima y más que para princesas, es para súper mega princesas...
Y para concluir esta colección de mochilas para niñas aquí tenéis una selección de colores de lo más variopinta, los "todo terreno", los que quedan ideales tanto para ellos como para ellas, como por ejemplo el verde pistacho (éste sí que es mi favorito, no me puede gustar más), el rojo (una apuesta segura que combina con todo lo que le pongas) y el celeste, que, aunque tradicionalmente siempre ha sido el color estrella de los niños, cada vez se utiliza más para las nenas, junto con otros tonos de azules, o con rosas, verdes, telas multicolor, tiene mil y una posibilidades y todas preciosas. Me declaro muy fan del celeste para las niñas!
Espero que, llegados a este punto, no podáis decirme "es que no he visto ninguna que me haga tilín...", porque mira que hay donde elegir, tantas como colores, para todos los gustos. O quizás sí, me gustaría pensar que todavía hay muuuuchas más mochilas esperando para ser el complemento más exclusivo de las niñas más coquetas de la guardería. Sí, seguro que será así.
Si os animáis a proponer combinaciones, soy toda oídos, que esto es como jugar a aquél juego de cuando éramos pequeñas, "Diseña la moda" o algo así se llamaba, y con el que podíamos hacer mil y una combinaciones de blusa, falda o pantalón para vestir a la muñeca. Pues lo mismo, pero con mochilas. Me voy a probar nuevos modelos, porque tengo un par de encargos de ésos en los que te dicen "hazla como tú quieras, que seguro que se te ocurre algo chulo", y eso tiene un peligro para mí... En fin, que muchas gracias por estar ahí y hasta el próximo post, que me lo paso estupendamente charlando con vosotr@s. Se os quiere! Chao!