Las mascarillas: sin lugar a dudas, el complemento de verano...más aún, el complemento del año!
Hola a todos!
Nadie, y quien diga lo contrario miente, absolutamente nadie hubiera podido prever que este 2020 sería el año de las mascarillas, que se convertirían en un elemento imprescindible en nuestro día a día y casi casi en una obsesión.
Y que conste que lo de obsesión lo digo desde la parte positiva, porque aunque haya costado un poco, nos hemos ido concienciando cada día más de que utilizarlas a diario puede ser un método efectivo para frenar a este virus que nos trae a todos por la calle de la amargura...y le hemos dado la vuelta a esta "obligación" para que nos guste más llevarlas, transformándolas en un complemento más de moda.
Todavía recuerdo cuando, al comienzo del confinamiento, aparecían los primeros "memes" con flamencas vestidas con mascarillas de lunares a conjunto con sus vestidos, y todo el mundo se reía imaginando una feria o una romería llena de mascarillas flamencas. Pues no hemos tenido ferias ni romerías, desgraciadamente (mi disgusto fue mayúsculo, como os podéis imaginar, me costó asimilarlo), pero lo que sí hemos tenido es mascarillas con infinidad de estampados que nos han levantado el ánimo y nos han motivado a llevarlas y sentirnos más cómodos con ellas: las flamencas, con lunares; las románticas, con flores; los más atrevidos, con colores llamativos; y luego, con tu equipo de fútbol, tu héroe de ficción favorito, tu grupo de rock...si es que las ves de todos los estampados y todos los colores! Eso de la mascarilla quirúrgica celeste...como que no se lleva nada, no, no...
Os comenté que, para mí, como para tantas empresas, grandes y pequeñas, tantos autónomos, esta cuarentena significó primero un parón, y luego un cambio de rumbo. Cuando me di cuenta de que no era el momento de coser camisetas flamencas ni bolsos porque no podíamos casi ni salir a la calle, mucho menos ir de fiesta, que no había que hacer mochilas porque las guarderías estaban cerradas, y que ya veríamos cómo se presentaba el verano para hacer complementos de playa, fue cuando miré hacia las telas que tenía en los armarios y pensé en transformarlas en mascarillas alegres y divertidas, que dieran a entender que detrás de ellas habían sonrisas de gente positiva dispuesta a plantarle cara (y nunca mejor dicho) al dichoso bicho.
De esa manera empecé a darle salida a muchos retales de estampados infantiles, y a metros de telas con flores y lunares que había comprado y reservado para hacer la colección flamenca. Pensé en los hombres también, que muchos no acostumbran a llevar estampados muy llamativos en la ropa y mucho menos iban a querer llevar una mascarilla que llamara la atención por todas partes, pero para que no fueran tan sosas con una tela de color liso, las diseñé con rayas transversales de colores blanco, rojo y azul principalmente, que le daban un toque muy deportivo sin caer en la estridencia.
Pronto se me quedaron cortas las telas que tenía y tuve que empezar a comprar, casi todas por internet, porque no se podía salir de casa y además las tiendas locales estaban cerradas. Reconozco que eso fue mi perdición, y aún lo es, porque he descubierto un montón de tiendas online que tienen verdaderos tesoros en telas, además de un servicio excelente. Y esto es como comer pipas o palomitas, que cuando empiezas ya no puedes parar: para una costurera nunca hay suficientes telas, y si son bonitas, mucho menos.
Veo un estampado de flores bonito, me lo tengo que comprar. Veo una de personajes de películas de ésos que tienen fans de todas las edades, pues me lo agencio. Creo que no tengo ese color de lunar, me falta forro de popelín, ya casi no tengo gomas, aiinsss qué tela más bonitaaaa... Y así todas las semanas.
Ahora que he mencionado lo del forro, voy a explicaros cómo están hechas estas mascarillas. Al principio, cuando no existía ninguna directiva de Sanidad ni de Industria, y no había casi stock de mascarillas higiénicas en los comercios y las farmacias, las mascarillas las hacía con tres capas de tela también, pero la intermedia era una capa de guata y entretela para evitar en lo posible que traspasara cualquier gota de saliva que pudiera llegar a la mascarilla. Pero he aquí que comenzaron a aparecer los primeros tejidos técnico-sanitarios, homologados y certificados por los fabricantes, y las tiendas de telas online, a las que yo estaba ya tan aficionada, empezaron a llenarse de sargas y popelines hidrófugos, antibacterianos y transpirables, que es lo que llevan ahora todas las mascarillas que confecciono.
En esta foto se aprecia como una gota de agua se queda retenida sobre el tejido de sarga, que si fuera de saliva menudo "perdigón", ya os lo digo, y no consigue traspasarlo. Las mascarillas tienen tres capas: dos exteriores de algodón o algodón-poliéster, y una intermedia de sarga hidrófuga, antibacteriana y transpirable, de la que se usa para confeccionar la ropa sanitaria. Esto quiere decir que, aunque la gota de saliva traspasara la primera capa de algodón, no podría con la segunda que es de sarga, y no llegaría a la tercera, que vuelve a ser de algodón, para que sea más agradable al tacto con la piel de la cara.
Y he aquí el por qué de que mis mascarillas no lleven bolsillo para filtro, que muchas veces me lo han preguntado y me lo han pedido: porque no lo necesitan, ya llevan el filtro incorporado. El tratamiento que tiene esta sarga dura hasta 50 lavados, siempre que sea un lavado con jabón neutro a 60º como máximo, sin lejía y una plancha media sin vapor. Por eso recomiendo, personalmente, que no se laven con un programa de lavadora muy largo, para que el algodón exterior no se destiña y encoja, y para que la sarga interior no sufra demasiado con lavados agresivos que no necesita (ya que están destinadas a personas sanas), a menos que estemos en contacto directo con enfermos de covid-19, en cuyo caso las mascarillas de tela no son las adecuadas, sino una ffp2 o ffp3 de tipo profesional.
Todas las especificaciones técnicas y los certificados de homologación del fabricante de la tela están en la página "Mascarillas de tela" del menú superior, para que podáis consultarlos.
Además, el tema del bolsillo para el filtro nunca lo he acabado de entender, y ojo, esto es una opinión completamente personal, pero si le extraes el filtro a una mascarilla para cambiárselo por otro y no la lavas, esa mascarilla está completamente contaminada, y si la vas a lavar, mejor que tenga ya el filtro dentro y no se lo tengas que cambiar, ¿no? Te ahorras comprar filtro adicional y desecharlo, evitando contaminar aún más. Estas mascarillas 100% de tela son ecológicas, además de eficientes, porque te proporcionan hasta un 96% de filtración de micropartículas, lo que sería una equivalencia a ffp2.
Ya os he contado cómo son las mascarillas que coso en Cá la Fina, estáis viendo que tienen un montón de estampados para elegir (aquí hay una pequeñísima muestra, porque hay más de 100 modelos diferentes, ahí lo dejo) y ahora os digo el precio: 3 euros. Diréis "qué barato...", pues sí, es el precio que puse desde un principio y que me parece razonable por sus características y el servicio que dan. Hay quien me ha dicho que les suba el precio, que lo valen, y acto seguido me ha vuelto a preguntar "pero las sigues vendiendo igual, ¿verdad? En qué quedamos...jajaja
Otro detalle importante: tienen cinco tallas, una para niños de 3 a 6 años, otra para niños de 7 a 10, otra para adolescentes de 11 a 13 años, para mujeres y la más grande para hombres. Todas valen igual, para no andar con líos. Y las gomas son fijas, con el largo adaptado a cada talla, y no llevan clip nasal, aunque se ajustan perfectamente cubriendo nariz, boca y mentón, que es lo importante.
Se me olvidaba: el pedido mínimo son 5 mascarillas, que podéis combinar con varias tallas y modelos, como queráis, no tienen que ser todas iguales, y los gastos de envío por mensajería, 5 euros.
Creo que ya os lo he contado todo o casi todo acerca de estas mascarillas, aunque lo he repetido ya tantas veces que no sé ya cuando explico o no explico los detalles importantes. Después de casi 900 mascarillas en estos tres últimos meses es como para perder la cuenta de muchas cosas, la verdad sea dicha.
Ya tenéis una pestaña en el menú principal (en la cabecera del blog) para que podáis acceder al catálogo de mascarillas, pero, sino, a través de Facebook o Instagram las váis a ir viendo, y también podéis pedirme la info por Whatsapp y os paso las fotos para que podáis elegir las que os gusten.
Y hasta aquí este reencuentro después de las vacaciones. Me pongo inmediatamente manos a la costura porque me está esperando una mesa llena de trabajo...no sé yo si irme otra vez de vacaciones, me están haciendo falta otra vez!!
Muchas gracias por estar ahí y un abrazo grande para todos, chao!