Hola, Finuc@s!
Más os vale, más os vale... haberos tomado hoy un buen "colacao", porque os va a hacer falta para seguir el post! ¿Y por qué digo esto? Porque hoy se me ha ocurrido publicar un DIY (abreviatura de la frase en inglés "do it yourself" -hazlo tú mismo-) en el que explicaros cómo es el proceso que utilizo para confeccionar una funda de móvil.
Pero he aquí que he visto la oportunidad con un encargo especial que me han hecho y he pensado en fotografiar todos los pasos para que podáis seguir el procedimiento con facilidad y, al mismo tiempo, conocer lo laborioso que puede ser cualquier trabajo de este tipo.
En el post del domingo pasado os enseñaba unas fundas de tablet y móvil que había confeccionado para un chico, en tejido denim, y Tere, una clienta "reincidente" (perdón por lo de reincidente, jajaja, pero es que ya me hizo otro encargo hace tiempo) me propuso que le hiciese otra parecida, pero con el cierre de velcro en lugar de goma y botón.
Comencé a preparar los materiales para confeccionar la funda y se me ocurrió que, como disponía de toda una tarde de domingo para hacerla (¡hay que ver lo que dio de sí la tarde!), podía ir paso a paso fotografiando todas las fases de la confección. Como sólo dispongo de dos manos, y todo no puedo hacerlo a la vez, le pedí ayuda a mi hija Judit para que fuese fotografiando (cosa que le encanta) todos los pasos, y ahora vais a ver el resultado.
Aviso que el post es un poco larguillo (¡por eso decía lo de que estuviéseis bien alimentad@s!), porque la explicación es muy minuciosa y yo soy de las que viendo las cosas "me quedo más con la copla" que si me las explican, así que ahí va...
Lo primero es escoger la tela o telas con las que vamos a confeccionar la funda. En este caso he escogido un retal de un vaquero desgastado, de la pernera, con lo cual, además, ¡vamos a reciclar! Sobre la tela coloco e hilvano dos trozos de tela acolchada o enguatada (para que la funda sea blandita y amortigüe golpes) de la medida del móvil para el que vamos a hacer la funda.
Yo suelo (que no lo he puesto aquí, ahora que lo pienso) dibujar sobre un papel un rectángulo con las medidas del móvil, a las que añado un centímetro por cada lado para costuras, es decir, tres centímetros más de ancho y tres más de largo, aproximadamente (para no ir demasiado justos).
En este caso he aprovechado el extra que me ofrecía la tela de tener una costura pespunteada para poner una de las caras de la funda sobre ésta y así aprovecharla como adorno. Recorto las dos piezas y además, recorto también otro trocito de tela acolchada para la pestaña que cierra la funda, y por supuesto, dos trozos de tela vaquera para forrar ésta.
Ya tenemos hilvanadas y recortadas las dos caras de la funda, la pestaña y, en este modelo, el característico bolsillo de todos los pantalones vaqueros. A este trocito es al que le vamos a dibujar el pespunte de adorno para luego poder seguirlo cuando lo cosamos a máquina con un dibujo lineal grueso.
En esta ocasión he escogido como diseño un dibujo que recuerda al característico logo que lucían los pantalones Lois (algunos los recordaréis), que causaban furor cuando yo era jovencita, y que se realiza en dos fases: se dibuja un primer bucle y luego otro igual a 5 mm de distancia.
Una vez terminado el dibujo del bolsillo, se le hilvanan los bordes y se monta sobre la cara de la funda lisa. Yo he aprovechado incluso para colocar ahí la etiqueta textil, igual que la llevan muchos pantalones vaqueros también. Ahora ponemos los dos trocitos que hemos recortado para la pestaña de cierre derecho contra derecho y cosemos alrededor por todos lados menos uno, claro...
Después es importante recortar las esquinas en bisel para que a la hora de darle la vuelta no queden dobleces de tela dentro que abulten y deformen la pieza.
Ya le hemos dado la vuelta a la pestaña y, ahora, le introducimos el trocito de guata o tela acolchada para que quede más "gordita". Ahora le pasamos dos pespuntes de adorno, uno por el filo y otro a 5 mm del anterior, igual que llevan todas las prendas vaqueras.
La funda va forrada por dentro, para que no se vea ninguna costura fea, así que recortamos dos trozos de popelín de algodón, que es lo que yo uso, o de cualquier otra tela finita que tengamos a mano, y presentamos los trozos de velcro para el cierre en la cara delantera y en la pestaña , y pegamos con un pespunte.
En el siguiente paso estoy presentando con alfileres los forros en las caras de la funda, derecho contra derecho. Además, en la cara trasera se fija primero la pestaña y luego la pieza de forro, y se cosen las tres cosas a la vez.
Ya tenemos como quedan las dos caras de la funda pegadas a sus trozos de forro, la de atrás, con la pestaña entre medio también. Ahora unimos las dos piezas, derecho contra derecho, con unos alfileres o un hilván (como se prefiera; yo, como tengo ya cierta práctica, me bastan los alfileres).
Ahora se ve cómo me queda la funda cuando ya la he unido entera con alfileres y, después, comienzo a coser, desde el fondo del forro, todo el contorno de la funda hasta llegar otra vez al fondo del forro, donde dejo una pequeña abertura para darle la vuelta a la funda.
Otra vez, como ya comenté antes, es importante recortar las esquinas en bisel para que queden mejor a la hora de darle la vuelta del derecho a la funda. Vamos empujando toda la funda hasta que sale entera por el agujero que dejamos sin coser en el fondo del forro.
Con unas tijeras largas o un lápiz estiramos y definimos bien las esquinas y una vez que está toda vuelta del derecho, cerramos el fondo del forro con unos alfileres.
Cerramos con un pespunte aquella abertura que habíamos dejado para volver del derecho la funda y atamos y cortamos los cabos que quedan. Realmente es la única costura que queda a la vista, pero como está al fondo de la funda, nunca se ve...
Ya está la funda completamente cerrada, así que ahora es el momento de ir introduciendo hacia dentro el forro con ayuda de unas tijeras, por ejemplo, para que las esquinas del forro lleguen perfectamente a las esquinas interiores de la funda. Ahora se ve como queda el forro perfectamente cosido y sin ninguna costura visible una vez que la funda ya está terminada.
Cerramos la pestaña para ver que coincide perfectamente, y es el momento de ir retirando todos los hilvanes que han estado sujetando las distintas piezas, antes de darle una buena plancha que deje bien asentada la funda.
Yo no retiro los hilvanes hasta el final porque alguna vez me equivocado de hilo y se me ha desmontado "el invento" y he tenido que volver a hilvanar. Así que mejor lo dejo para el final, y así retiro todos los hilos cómodamente con unas pinzas de depilar (truquillo...).
Y después de planchada, aquí tenemos la funda de Tere, por delante y por detrás: por delante con su bolsillito con tachuelas y su pestaña de velcro, y por detrás con su costura desgastada, que le da un toque todavía más auténtico.
¿Qué os ha parecido? No sé si habréis llegado con aliento al final... yo confieso que casi...no! jajaja. ¿Cómo lo véis? ¿Os animáis? He intentado explicarlo lo más clarito posible, y eso que como maestra soy un desastre, tengo más poca paciencia... Pero seguro que quien tenga un poco de idea lo ha entendido a la primera, y para l@s principiantes será una buena ayuda, así que ahí os dejo este "regalito". También quiero, desde aquí, darle las gracias a Judit, porque con sólo doce añitos, me ha hecho un reportaje bien chulo...¿no? Y ha demostrado más paciencia que su madre, eso también lo digo...
Ah! Y también os vuelvo a repetir que este tutorial lo mismo sirve para una funda de móvil, que para tablet, que para unas gafas, por ejemplo; lo único que tenéis que cambiar son las medidas del patrón. Recordad: dibujad un rectángulo con las medidas y añadidle tres centímetros más de largo y de ancho para las costuras, un poco más si el aparato o el objeto es un poco grueso, para que cubra el ancho también.
Mientras vais haciendo vuestros repasos a la tarea de hoy...(a que me sale la vena de profe al final?), me despido de tod@s hasta el próximo post, como siempre con un maxi-reparto de besos y de gracias por seguirme! Chao!
