Hola, Finuc@s!
Olvidaros de lo triste y gris que está el tiempo ahí fuera (por lo menos a través de mi ventana), porque vamos a llenar este post de colorines: los colores de cuatro mochilas de guardería que son "gemelas" entre sí, porque se confeccionaron en el taller al mismo tiempo y coincidió que las encargaron del mismo color también. Así que no penséis que "véis doble", porque no son dos, sino cuatro...
A nosotras nos encanta hacer volar cometas...
La mochila de Rebeca tenía que ser rosa, muy rosa, porque a ella es el color que más le gusta, así que el color de la loneta es un tierno tono de rosa chicle, combinado con una tela estampada con rayitas muy finas y florecillas en rosas y blanco.
Al poco tiempo del recibir el encargo de Rebeca, me llegó el de Marina, que también quería que su mochila fuese de color rosa, así que... como tenía a mano todos los materiales, no me compliqué mucho y personalicé el mismo modelo con el nombre de Marina, incluso con la misma cometa que les había gustado a las dos y las cintas de color celeste para fruncir el cierre de la mochila.
Por dentro, las dos van forradas con la misma tela de popelín rosa con unos grandes lunares de color blanco. Las dos mochilas de estas niñas van a ser las más coquetas y femeninas de toda la guardería, con estos tonos pasteles, pero, ¿qué pasa si el encargo te lo hacen para dos chicos, Benjamín y Gabriel? Evidentemente, el rosa no es una opción...
...y a nosotros nos gusta jugar a los piratas!
Junto con el encargo de las niñas me hicieron éste también para dos niños a los que les encantan las películas de piratas y jugar a ser corsarios y bucaneros, por eso se habían fijado en este modelo de mochila y querían tener uno igual para presumir en la guardería.
La única diferencia entre la mochila de Gabriel y la de Benjamín es el nombre, porque todo lo demás lo tienen igual: la loneta en color turquesa, las cintas de fruncir en color rojo, la tela de cuadros vichy roja para la tapeta y las asas, y, cómo no, un temible barco pirata cosido con patchwork en todo el centro. ¡La envidia de todo el cole!
El forro interior, para hacer contraste, es de cuadros vichy color celeste, y como véis, da una idea de la capacidad que tiene la mochilita, que da para llevar un bocata, una botellita de agua, una muda... en fin, todo lo necesario para una mañana de "aventuras" en la guardería.
Yo pensaba, ilusa de mí, que el tema de las mochilas de guardería se iba a quedar aparcado hasta el próximo curso, pero qué va. Las guarderías siguen recibiendo alumnos nuevos durante el año, así que los encargos de mochilas personalizadas también siguen llegando al taller, y seguirán apareciendo por aquí, con nuevos colores y nuevos modelos.
Ahora os dejo preparando vuestras mochilas para la guardería y para el cole, que hay que volver mañana otra vez a clase... Yo voy a hacer recuento de cuántas llevo hechas ya, porque creo que este año he batido el récord, sin lugar a dudas.
Y hablando de recuentos, no me marcho sin daros miles de millones de gracias por los votos que me estáis regalando en los premios Bitácoras, porque ya habéis conseguido auparme hasta el puesto número 12!!! No me lo puedo creer, de verdad. Faltan veintitantos días para que terminen las votaciones, pero a mí ya me habéis dado una de las alegrías más grandes del mundo mundial. Os recuerdo que sigo contando con vuestro apoyo para ver hasta dónde somos capaces de llevar la puntuación de este blog, y que si todavía no habéis votado, no me matéis de los nervios y clickad en esta foto o en la que hay en el lateral del blog, y os llevará directamente a la página de votaciones. Sólo tenéis que conectaros con Facebook o con Twitter, y voto para Cá la Fina apuntado. Si es que más fácil no puede ser...
Me despido ya. Nos leemos el miércoles otra vez, pero no aquí, sino en el blog de Aida, que nos toca colaboración y tutorial para seguir haciendo la canastilla... Yo no me lo perdería... Un beso enorme, Finuc@s, se os quiere un montón, chao!