Hola, Finuc@s!
Este va a ser un post en color blanco, negro y beige, colores que me traen enseguida a la mente el espíritu de los diseños de Coco Chanel, una de las creadoras de moda más importantes (sino la que más) de la historia, cuyo legado ha llegado a nuestros días llenando de inspiración para coser y crear prendas, complementos y accesorios, tanto a profesionales como a aficionad@s a la costura, entre l@s que humildemente me encuentro. Quien más y quien menos conoce las creaciones de la maison Chanel, o ha visto alguno de sus desfiles de alta costura, y si eres aficionad@ a la moda, sabes reconocer casi inmediatamente cualquier prenda que lleve su sello, tanto que se ha convertido en un icono universal, gracias al cambio radical que supuso en la costura y en el estilo de vida de las mujeres.
Foto Coco Chanel:Pinterest |
Muchas veces os he contado que, cuando me pongo a pensar en confeccionar una prenda nueva, yo hago asociaciones de ideas (a veces un tanto raras, lo reconozco) con las cosas que me van sugiriendo las telas o los colores que uso. Y eso es lo que pasó cuando compré esta tela de esterilla beige con estampados parisinos (y en francés) de color negro: enseguida me sugirió la idea de confeccionar con ella algún complemento (un bolso, un clutch, un neceser o incluso una funda para gafas o para el móvil) con el que rendir un modestísimo homenaje al estilo de Coco Chanel, para mi gusto el top de las top en el diseño de la moda. Más que diseñadora, la deberían haber llamado revolucionaria, porque llegó, y con su rebeldía, consiguió convertirse en la única diseñadora de moda que forma parte de las 100 personas más influyentes del siglo XX, según la lista que publica la prestigiosa revista TIME.
Gabrielle Chanel nació el 18 de agosto de 1883 en el seno de una familia humilde con madre tuberculosa y padre vendedor ambulante que aparecía poco o nada por casa. A los 12 años, tras la muerte de su madre, su padre la recluyó junto a sus hermanos en el hospicio de Aubazine, y aquel abandono la marcó para siempre. Creció en ella un odio a su familia que la llevó muchas veces a pensar en suicidarse. Sólo el orgullo la salvó, el mismo orgullo que la llevó a rebelarse contra la sociedad y transformar todo lo que le había hecho tanto daño en la bandera de la elegancia y el buen gusto: aquel uniforme negro del orfelinato, que tanto la humillaba, llegó a transformarse en el estilo Chanel.
En el hospicio había aprendido el oficio de modista, que en aquella época estaba reservado para la gente humilde, y cuando pudo salir de él, se instaló en París, donde se dedicó a la canción y a frecuentar los cabarets. Fue en 1909 cuando, gracias a la ayuda de uno de sus amantes, se inició en el mundo del diseño con una tienda de sombreros, iniciando su revolución con su particular visión del canotier.
El canotier era un sombrero, típico de los gondoleros venecianos, que se había puesto de moda en Francia por su relación con la navegación "du canotaje", de donde proviene su nombre. Se solía adornar con una cinta negra, azul o de rayas para representar a la escuela de navegación o tripulación correspondiente en las competiciones. Con el tiempo fue utilizado por todas las clases sociales y muy popular entre los actores de cine y de musicales, pero la auténtica sorpresa se produjo el día que Coco Chanel (que por entonces ya había adoptado ese sobrenombre) decidió ponérselo para ir un día al hipódromo, poco antes de la I Guerra Mundial. Con su canotier y su traje sastre plantó cara a aquel universo de damas encorsetadas, tocadas con plumas, con rellenos en los vestidos que no dejaban apreciar su figura real y que apenas les permitían moverse con facilidad. Y su atrevimiento corrió como la pólvora por todo París. Comenzaba la revolución Chanel.
Armada con unas tijeras y ese carácter rebelde, Coco empezó a cortar faldas, a quitar ballenas y rellenos, cambió el estilo barroco de la "belle époque" y los colores pastel por el negro riguroso del uniforme del orfelinato, de líneas lisas y fluidas, liberando la cintura y mostrando la silueta de la mujer mucho más natural. Lo cierto es que la idea al principio chocó bastante, ya que el negro era un color reservado únicamente para las viudas, pero poco a poco fue ganando adeptas, y en 1926 nacía el "little black dress", clásico entre los clásicos en el mundo de la moda.
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Coco Chanel diseñaba ropa que a ella misma le gustaba llevar, y además del "little black dress" introdujo la adaptación de los trajes de chaqueta masculinos para las mujeres, lo que podría decirse crear ropa cómoda y elegante para la nueva mujer trabajadora. Para ello se trajo de Escocia un tejido, el tweed, sin el cual es imposible concebir los trajes sastre de Chanel. Tal fue (y sigue siendo) el impacto de estas prendas que en alguna ocasión se le ha escuchado decir a Karl Lagerfeld, heredero artístico de la casa Chanel, que "en la moda hay tres cosas que nunca pasan de moda: los jeans, una camisa blanca y una chaqueta de Chanel".
Una anécdota en la que pocos reparan es que el traje que Jackeline Kennedy llevaba puesto el fatídico día en que JFK fue asesinado en Dallas era un diseño de Chanel en rosa. Después del atentado, Jackie asistió con el traje manchado de sangre a la toma de posesión de Lyndon B. Johnson como presidente y continuó con él puesto durante el traslado del cadáver en avión de regreso a Washington.
También fue pionera en apostar por el uso del pantalón para las mujeres, y lo hizo porque era una gran apasionada de montar a caballo y lo consideraba imprescindible para tener libertad de movimientos y cabalgar cómodamente. Y del mismo modo lo extendió a otros ámbitos de la vida cotidiana. No fue la primera en usarlo, pero lo transformó en una prenda femenina y elegante.
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Otra de las revoluciones que Coco Chanel inició para liberar a las mujeres y facilitarles la vida fue la creación del bolso 2:55, un pequeño bolso con cadena para colgar que dejaba las manos libres, ya que hasta entonces todos los bolsos eran de mano y bastante incómodos. Este diseño se llamó así por la fecha de su creación, febrero de 1955, la cadena estaba inspirada en las de las bicicletas y los motores, y en el modelo original había un bolsillo secreto en la tapa delantera en el que, dicen, Mademoiselle Chanel escondía cartas de amor de un pretendiente... El 2:55 rápidamente se convirtió en una referencia para miles de diseñadores, llegando a ser uno de los bolsos más copiados de la historia, algo que no preocupaba en absoluto a Coco: "Yo voy a llorar el día que nadie me copie". Así era ella.
Más transformaciones que debemos a Coco Chanel: por ejemplo, el uso de la bisutería. Hasta ese momento, sólo las clases más adineradas podían permitirse comprar joyas, y en cualquier caso, eran los hombres los que las regalaban a las mujeres, porque ellas no tenían independencia económica como para permitírselas. Con la llegada de los largos collares de perlas de Chanel y su bisutería, los adornos más elegantes también estaban al alcance de cualquier mujer, sin tener que esperar a que nadie se las comprase. Otro icono de la moda, Christian Dior, decía: "Con un jersey negro y un collar de perlas de diez vueltas, Coco Chanel revolucionó la moda".
Y no tiene que gustarte mucho la moda para saber lo que es un Chanel Nº5, el perfume más conocido de todos los tiempos, gracias, en parte, a una entrevista que hicieron en una ocasión a Marilyn Monroe, en la que, a la pregunta de "¿Qué se pone Usted para dormir?" ella contestó "unas gotas de Nº5". Esta fragancia fue creada por Ernest Beaux y se llamó así porque fue la quinta muestra que el perfumista le mostró a Coco. Como curiosidad añadida, el perfume se comercializó usando el mismo bote cuadrado de cristal que empleaban en el laboratorio.
Entre los diseños de Chanel me falta por citaros el que más me ha inspirado a la hora de confeccionar estos bolsos y accesorios que os enseño hoy. Habréis visto que algo que tienen en común son esas puntas redondeadas en negro, algo que es lo más característico de los "soulier", los zapatos bicolor de Chanel. Estos zapatos fueron creados con la intención de que la mujer, además de elegante, fuese cómoda con ellos todo el día, gracias a su tacón medio de cinco centímetros y al talón enlazado por una tira elástica. Pero no sólo eso, cumplían otra función muy importante: su color beige estilizaba las piernas y la puntera negra acortaba visualmente el pie, además de proteger el calzado por el uso. Coco Chanel decía: "Sales por la mañana con el beige y negro, almuerzas con el beige y negro y vas de cóctel con el beige y negro. ¡Estás vestida de la mañana a la noche!". Y está más que comprobado que es verdad, que es un estilo de zapato que combina con todo tipo de ropa, desde la más informal a la más seria. Otra de sus frases míticas es aquella de "una mujer con unos buenos zapatos nunca es fea", y no le faltaba razón.
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La vida de Gabrielle "Coco" Chanel, hasta su muerte ocurrida el 10 de enero de 1971 en París, estuvo plagada de anécdotas y de viviencias que cambiaron no sólo el rumbo de su vida sino el de muchas mujeres, como hemos podido recordar hoy. También se le debe el corte de pelo al estilo "garçon", que acabó con la tiranía de las melenas y los recogidos y demostró que dejar la nuca al aire podía ser muy femenino.
Si hoy en día no te pones morena en verano pareces casi enferma, y eso también se lo debemos a Coco, ya que en aquella época sólo se ponía morena la gente que trabajaba en el campo, de sol a sol. Ella impuso su tono bronceado en la piel a raíz de pasar largas temporadas en la Costa Azul, lo mismo que el estilo marinero, convirtiéndolo en sinónimo de glamour y modernidad.
La que fuera la primera mujer empresaria en la historia, o al menos la más conocida, comenzó su primer negocio gracias a la ayuda económica de su amante en aquél entonces, Boy Capel, ya que los bancos no concedían ningún tipo de préstamo a las mujeres. Lo que sí es cierto es que al poco tiempo pudo devolver hasta el último franco que le había prestado y se convirtió en dueña absoluta de un imperio que estaba empezando a crecer. En 1918 tenía empleadas ya a trescientas personas en su taller.
Y hablando de amantes, los tuvo, vaya sí los tuvo, y de ambos sexos también. Hasta en eso fue transgresora y no tenía ningún reparo en confesarlo abiertamente. Tampoco llegó nunca a casarse, porque su pensamiento le impedía creer en que nadie pudiera pertenecer a nadie para siempre.
Coco Chanel acercó la moda a todas las clases sociales, la hizo accesible y consiguió que las mujeres alcanzaran cotas de libertad e independencia, a través de su indumentaria, que hasta entonces eran impensables. Será por eso que su legado aún perdura y sigue siendo motivo de admiración para millones de creativos y artesanos en todo el mundo, entre los que, como véis, modestamente me encuentro. Soy súper fan, y estos bolsos y complementos que os he enseñado hoy han sido la excusa perfecta para rendir homenaje a una gran diseñadora y mujer, por eso le he puesto a esta colección el nombre de "Coccó", juntando el nombre artístico que ella usaba con las dos C que forman su logo, y que son las letras en las que se seguirán inspirando miles y miles de creadores, y a la que seguirán copiando su estilo generación tras generación. Y la verdad es que tampoco importa demasiado. A ella no le hubiese importado.
Foto Coco Chanel: Pinterest |
Por si os habéis quedado con ganas de saber más, tenéis más información en:
Muchas gracias a tod@s por haberme acompañado hoy en este viaje por la historia de la moda. Espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo. Ahí lleváis un millón de besos y de abrazos, que sabéis que se os quiere un montón! Chao!