Me diréis que éste no es el título de ninguna película de Star Wars, pero sí es una historia de amor y de cariño ambientada entre soldados imperiales y jedis... Os la cuento.
Hola, Finuc@s!
Efectivamente, "el renacer de la fuerza" no se corresponde con ninguno de los títulos de las películas de la famosa saga de Star Wars, pero es el que se me ha ocurrido para describir la historia que vengo a contaros hoy, con la excusa de presentaros este conjunto de capazo y toalla de playa decorados y personalizados para la pequeña Vera.
Y os preguntatéis: "¿quién es Vera? Pues Vera es una chiquitina que ha venido a colmar de felicidad el hogar de Pilar y Antonio, una pareja por la que siento una debilidad especial, y no es sólo porque pertenezcan a mi familia (Pilar es prima hermana mía por parte de madre), sino porque son dos personas encantadoras que se hacen querer allá donde van. Comenzaré por explicaros de dónde viene toda esta historia...
El amor de Pilar y Antonio es uno de ésos que llegan de forma inesperada, sin buscarlo, porque el destino está ahí, cabezón, diciendo "a estos dos tengo que juntarlos de la forma que sea". Y llegó una Feria de Málaga, y se encontraron por casualidad, y se cruzaron sus miradas, sus destinos y sus vidas. Y ya no se separaron más.
Si la memoria no me falla (que todo podría ser, porque ya sabéis cómo ando yo de neuronas...) fue el 8 de octubre de 2011 cuando ambos decidieron unir sus vidas y celebrar una boda divertidísima en compañía de toda la familia y los amigos. Y digo divertidísima porque, Antonio, que es un fan, fan, pero súper fan de Star Wars, puso todo de su parte para que la celebración estuviese inspirada en la famosa saga de George Lucas, con entrada en el salón bajo sables láser incluída, oiga.
Pilar, que estaba viendo cómo su futuro marido disfrutaba con todos los preparativos, pensó en prepararle una sorpresa extra con la que él no iba a contar: los muñecos de la tarta nupcial. Por aquella época yo compartía Pika-pic con mi hermana Manuela, y Pilar nos encargó, aparte de los detalles para los invitados (que recuerdo que fueron unos broche-abanico) los muñecos que quería para el pastel, con la condición de que estuviesen ambientados también en la Guerra de las Galaxias.
De sobras es sabido que a mí me va la marcha tela marinera, así que se me pusieron los ojos como platos con el encargo y pensé en que la sorpresa también se la iba a llevar Pilar, no sólo Antonio... Confeccioné estos muñecos que véis en fieltro, con la ropa de Anakin Skywalker y la Princesa Leia, y mi hermana les puso el pelo, que ha sido siempre su especialidad. Los más puristas me dirán que, cronológicamente, Anakin y Leia no se corresponden ni son pareja (creo que son padre e hija en la ficción, no sé, perdonadme porque me pierdo) pero eran los más representativos para poder vestir a los dos muñecos de novios (sobre todo por Leia, que va de blanco también, como una novia). Y así quedaron.
Pero no se acabó ahí la cosa. Pensando y pensando en qué tipo de soporte iba a utilizar para poner los muñecos, se me ocurrió la idea de construir un R2D2 con cartón piedra, a modo de cúpula o cenador para que los muñecos pudieran colocarse debajo. Fue como volver a los años del colegio, cuando hacía este tipo de manualidades en la asignatura de Plástica. Tengo que reconocer que no me quedó del todo como yo hubiera querido, pero tendríais que haber visto el primero... Este fue el segundo que hice y está fantástico para como quedó el otro, no digo más. En fin...a ellos les encantó, que es lo importante. De hecho, hasta salió en una foto en el periódico!!
Para acabar de bordar la sorpresa, y nunca mejor dicho, se me ocurrió otra idea, que yo siempre tengo la mente en ebullición. Pensando y pensando en qué podía hacer para tener un detalle simpático y gastarles una broma delante de los invitados, caí en la cuenta de que podía confeccionarles unos delantales en negro y blanco, novio y novia, con otros de los personajes más representativos de estas películas. Ya me diréis si cuando pensáis en Star Wars no os viene enseguida la imagen de un soldado imperial, ¿no? Y uno de los personajes femeninos que más huella ha dejado en el cine por la riqueza de su vestuario y de sus maquillajes es la princesa Amidala (que ésa sí que me parece que es la madre de Leia o algo así...uyyyy, ¡voy a dejarlo ya!)
Ahí están ellos con sus delantales, y suerte de que no les véis la cara, porque al novio se le escapó incluso alguna lagrimilla... Demasiadas emociones para un mismo día!
Pues bien, una vez hecho este preámbulo que, para ser el comienzo, casi se ha llevado medio post, llega el turno de Vera. Realmente necesitaba poneros en antecedentes para que entendiérais el por qué de esta Princesa Leia bebé y el significado de Princess Vera: es una nueva generación, un volver a nacer de esta afición, una nueva fan que seguro seguirá los pasos de su papá y su mamá. Por eso he titulado el post "el renacer de la fuerza", porque Vera ha sido un bebé muy deseado y muy esperado y ha venido para colmar de felicidad y de energía a esta bonita pareja.
Desde que supe que Pilar estaba embarazada tuve claro el regalo que le iba a hacer, capazo y toalla personalizados, y no paré de preguntarle por el nombre que le iba a poner a su hija. Y ella siempre me decía lo mismo: "estoy en negociaciones con el padre, no nos ponemos de acuerdo, dice que cuando le vea la cara, sabrá qué nombre es el que le gusta más!" Yo siempre pensé que acabarían poniéndole Leia, no en vano tienen una gatita que se llama Padme, como otro personaje de la serie, así que no era una posibilidad descartable... A mí me tenían ya desesperada, porque veía que se acercaba la fecha del nacimiento y no iba a tener preparado el regalo para la peque. Y así fue: me pilló fuera de juego. El verano pasado, llegó finales del mes de agosto, la bebé ya estaba en el mundo y fue entonces cuando, al verle su carita sonrosada, Antonio y Pilar decidieron que se llamaría Vera.
No me quiero ni acordar cómo estaba yo a finales del verano pasado. Un poco como ahora, con un estrés de mil demonios, sólo que entonces era por las mochilas de guardería (porque la vuelta al cole estaba encima) y ahora es por las camisetas flamencas. Pero, al grano, que me despisto: que dicen que las confianzas dan asco y es verdad. Como yo veía que este conjunto de capazo y toalla no los iba a poder estrenar hasta que llegase el verano siguiente, pues fui retrasando su confección y dándole prioridad a otros temas. Y pasó la vuelta al cole, y pasó la Navidad y sus regalos, y cuando ya me vi a las puertas de las ferias y las romerías me dije "ahora o nunca, Finuca, que no llegas ni a la comunión!", y me puse a toda máquina con el regalo de Vera.
Finalmente, esta pasada Semana Santa pude enviárselo (ellos viven en Ceuta, aunque toda la familia está repartida entre Málaga y Madrid) y pude comprobar también que el factor sorpresa volvió a funcionar: no se lo esperaban para nada. Un capazo y una toalla personalizados siempre son bienvenidos, pero, sin duda, lo que más les gustó fue el detalle de que llamara a su pequeña "Princess Vera" y la representase con ese bordado de un bebé con el peinado más reconocible de todos los tiempos: los dos recogidos a los lados de la cabeza, que serán para siempre la seña de identidad de la Princesa Leia, un icono del cine mundial.
Y éste ha sido el tema de hoy, un nuevo "episodio" de Star Wars en Cá la Fina, y ya van tres. El primero fueron aquellos bolsos de mano de Darth Vader y luego vinieron las camisetas de R2D2 y Darth Vader también. No quiero pensar cuál será el próximo, pero si las películas de George Lucas ya van por tres trilogías, más las paralelas, aquí puede ocurrir lo mismo. Quién sabe...
De momento me vuelvo a coser camisetas flamencas, que no sé si lo dije antes, creo que sí, pero tengo un ataque de estrés bastante importante para poder entregarlas todas a tiempo.
Espero que el post de hoy os haya gustado: el capazo y la toalla, la historia de amor de Pilar, Antonio y ahora, Vera, y el rollo que os pego cada vez que os tengo que contar algo. En mi familia me lo dicen mucho, que me remonto a la época de los dinosaurios cada vez que tengo que explicar algo (porque doy muchos detalles, básicamente), pero como os considero de la familia a vosotr@s también, pues no os libráis del rollo ni de las explicaciones. Es lo que hay.
Os mando un millón de besos, como siempre, y espero veros pronto por aquí otra vez. Chao!