"Jingle bells, jingle bells..." Ummmm, huelo ya desde aquí la Navidad... Parece que llevemos ya dos meses de fiestas navideñas, pero realmente aún no han empezado de verdad! jajaja. Ahora sí que estamos ya a un paso de la semana grande, con sus comilonas, sus reencuentros, sus sorpresas... Es la única época del año en la que vuelvo a sentirme "niña" otra vez, y vuelvo a creer en la magia de estos días y a vivirlos con ilusión, e impaciencia también.
Lo que sí es cierto es que, al menos durante este tiempo de Navidad, el ritmo en el taller se va a frenar un poco y me va a dejar que pueda dedicarme a disfrutar de todas estas cosas, porque llevo unos días.... de no parar ni para rascarme!
Con esto quiero deciros también que la agenda para pedidos queda temporalmente cerrada hasta el día 7 de enero, porque ya no me va a dar tiempo a terminar ningún encargo de última hora, así que digo como cuando era "niña" también y jugaba al escondite: "quien no haya pedido, tiempo ha tenido!".
Mientras que llega el momento de celebrar y disfrutar a tope de este tiempo de fiesta y reunión, os seguiré enseñando encargos que ya han llegado a su destino o están de camino, ho, ho, ho...
Me da a mí en la nariz que este año van a haber muchos regalos "aflamencaos", como por ejemplo este coletero infantil, al que no le faltan ni colores ni aire flamenco!
Si alegre es por fuera, más alegre es por dentro, con esta combinación de popelines con estampados de lunares y de rayas en rojo, blanco y pistacho.
Como ya os enseñé en el primero, éste también tiene espacio y departamentos para guardar y sujetar toda clase de gomas de pelo, pinzas y horquillas, y está más que comprobado que es una solución ideal para no extraviar tanto abalorio y tantos complementos para el pelo como tienen la mayoría de las niñas.
Yo creo que esta nueva versión del coletero, aún más flamenquita, también ha quedado muy "salada", pero como para gustos están los colores, otro día os enseño otro modelo que también he personalizado con el nombre de una peque y que no es tan flamenco como éste. Para que veáis que todo se puede adaptar según vuestras preferencias.
Y ahora guardo por un rato los enseres de costura y me voy... ¿dónde diríais que voy? Pues a un mercadillo navideño, a sumergirme en ese mundillo de flores de pascua, espumillón, lucecitas de Navidad y dulces, a empaparme de espíritu navideño. Pero es que esta mañana he visitado también un belén viviente, así que este finde voy a acabar un poco saturada de Navidad, sin haber comenzado todavía las celebraciones familiares. Esto tiene delito... jajaja.
En fin, os mando millones de besos y de abrazos, y montones de gracias por pasar este rato conmigo en el blog. Nos reencontramos... uyuyuyuyyyy, ¡el día de Nochebuena!! Ho ho hooo. Chao!!