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1/3/15

A mi princesa le encanta el rosa bebé...

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Hola, Finuc@s!

Ya os avisé de que la ternura y la suavidad iban a invadir el blog durante unos días, porque se avecinaban más post sobre bebés, y aquí tenéis otro, tal y como prometí.
No vayáis a creer que os habéis puesto unas gafas especiales si es que, de pronto, lo empezáis a ver todo de color de rosa, o no es que tengáis una inyección de optimismo (jajaja), es que este post va dedicado a unos detalles y complementos que he confeccionado para una bebé que es la princesa de las princesas, y todo lo que la rodea es de color de rosa.  ¡Y me encanta!

A algun@s os lo he contado, a otr@s no: desde hace unas semanas combino mi trabajo en el taller con el cuidado de una bebé de seis meses, Paula, de la que ya os hablé en este otro post, cuando os enseñé la canastilla que le había regalado al nacer.  Es una preciosa niña castañita de ojos inmensamente azules que nos tiene robado el corazón a todos los que la conocemos, y ahora me he convertido en su "nanny", así que imaginaros cómo la disfruto, cuando ya mis hijos son grandes y casi se me había olvidado lo que era tener un bebé en brazos.

Paula ocupa mis mañanas, casi no me deja pasar ni un pespunte con la máquina, pero aprovecho los cuatro ratos en que la "despisto" para adelantar costura o teclear en el ordenador.


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El primer elemento de esta composición super-hiper-mega rosa que véis aquí es una bolsita pañalera, una bolsa para guardar cinco o seis pañales (quizás alguno más) y un paquetito de toallitas de tamaño paseo, para llevarlos recogidos dentro del bolso del carro.  La bolsita está confeccionada en vichy de algodón de color rosa bebé, adornada con una cenefa de panamá blanco bordado con su nombre y unas estrellitas y ribeteada con ondulina de cuadritos rosa también.  Se cierra con el frunce de unos cordones de algodón rosa.


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En segundo lugar os enseño un babero confeccionado con rizo de algodón, popelines estampados con patitos y vichy en color rosa y con un cenefa de panamá blanco bordado de nuevo con su nombre y estrellitas y rematado por ondulina rosa.  

La historia del babero tiene su por qué, ya que se da el caso de que el primer babero que le hice a Paula lo "perdió" un día de fiesta que salieron a un restaurante a comer.  Bueno, Paloma, su madre, que no tiene pelos en la lengua, asegura literalmente que se lo "mangaron" (jajaja), porque en un visto y no visto desapareció de su vista y por más que preguntó "nadie" lo había visto...  Paloma tiene mucha gracia cuando cuenta las cosas que le pasan (que no son pocas tampoco) y yo me mondo cuando la escucho.  Así que me ha encargado especialmente que le cosa otro babero porque no quiere que su niña se quede sin un complemento tan bonito y personalizado.  Gracias, Paloma.

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Y el tercer elemento que os presento es un cojín para la trona que le han comprado a Paula, el modelo "Antilop" de IKEA, y ahora, sin que sirva de precedente, les voy a hacer publicidad gratis a estos señores suecos, porque este modelo de trona es el producto al que guardo más fidelidad de esta tienda, y el que más recomiendo por encima de muchos otros que he comprado y usado (y os puedo asegurar que son muchos, porque mi casa está prácticamente amueblada allí), por su fiabilidad, su calidad y su precio, que casi es de risa...  La primera la compré para mi hijo hace diecisiete años (a la que le hicimos "perrerías"), luego otra para mi niña (que heredaron sus primos) y , no en vano, es tan popular, que la veréis en muchísimos establecimientos públicos para acomodar a los bebés, así que no es que lo diga yo, sino que está más que comprobado...


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Por si no le poníais "cara" a este modelo, aquí tenéis la trona con su cojín personalizado, seguro que ahora la habéis reconocido enseguida.  La funda que traía el cojín (hinchable, por cierto) de la trona era de rayas marineras rojas por un lado y azules por el otro, y como ya os digo que el "universo" de Paula es muy rosa, su madre me encargó una funda nueva para este cojín que, por supuesto he personalizado por un lado con su nombre cosido con técnica patchwork (en la cara donde el estampado es de rayitas) y con un pequeño osito (en la parte donde están los lunares).  Para coronarlo, un volantito de cuadritos vichy.


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A mí, como me pierden los lunares más que a un tonto un lápiz, me gusta más esta cara, pero como entiendo que todo el mundo no es tan "flamenco" como yo, le puse las rayitas en la cara principal.

¿Qué os ha parecido este conjunto?  Ni que decir tiene que si en vez de Paula hubiese sido Pablo..., por ejemplo (jajaja), nos hubiéramos cambiado las gafas y lo hubiésemos visto todo en color celeste, o en beige, o en colores vivos y contrastados, como más os guste.  Así que dejo aquí esta nueva propuesta para los regalos de canastilla de recién nacid@s, porque ya véis que el límite está donde esté el de la imaginación...

Gracias a los señores "suecos" por su colaboración a este spot, espero que me regalen una salchicha o unas albóndigas suecas o algo la próxima vez que vaya, por la promoción que les he hecho (aunque mucha falta no les hace, la verdad...), y a vosotr@s, además de las gracias o voy a mandar millones de besos, porque me ha encantado teneros un día más por aquí.  Chao!


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